18/01/2013 |
Antonio Clímaco Dos Reis |
Hijo del Coronel Juan Clímaco dos Reis y de Geronima Andrade de dos Reis, nació en la Isla de
San Miguel, Islas Azores, posesión portuguesa, en el año 1848.
Hizo sus primeros estudios en la ciudad de su nacimiento, mostrando desde muy joven
inclinaciones literarias y un gran espíritu liberal. Contando 17 años de edad ingresa en el
periodismo.
El 8 de enero de 1865 lanza a publicidad un semanario literario denominado “Gremio
Recreativo”.
Dos años después, en 1867, a los 19 años de edad, fundó y redactó el semanario de carácter
liberal “Voz de la Libertad” (Voz da Liberdade: Hebdomanario Politico, Litterario
e Noticioso/ Propietario e Redactor A. Climaco Dos Reys, Biblioteca Nacional de Portugal
Ref. J. 548//3 G], que al año siguiente, Septiembre 1868, pasó a denominarse “Eco Liberal” imprimiéndose en un taller
tipografíco que el mismo fundó.
Al mismo tiempo edita una hoja satírica, “Lusbel” de la que fue editor D. Antonio Gonçalvez da Silveira.
En 1868 a la edad de 20 años publicó su primer libro, la novela “Los hombres de bien” (Os homens de bem), que contenía
una crítica a personalidades de su tierra.
El Imperio apoyaba la esclavitud y ciertas instituciones llevaban a cabo la explotación de esclavos.
Su lucha contra la esclavitud lo llevó a una situación de conflicto tal con el Imperio y las grandes instituciones que
llevaron a su familia temer por su vida, lo que lo llevó a emigrar de su tierra natal a Brasil, siguiendo el consejo
de sus progenitores.
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Se embarca en el velero “John Elder”
en 1868, y arriba a Río de Janeiro
entonces la capital del Imperio do
Brasil, regido por el Emperador
D. Pedro II, en las postrimerías de
la Guerra de la Triple Alianza contra
Paraguay.
Funda allí “Diario do Povo” y se lanza,
de acuerdo a su temperamento, a una
recia campaña liberal, que habría de
causarle trastornos con el Imperio.
Se implanta por primera vez por su
iniciativa la venta callejera por medio
de vendedores [Los que en 1903 fueron
llamados “canillitas” por Florencio
Sánchez en su Sainete.]
En Río de Janeiro fundó el periódico Diario de Noticias cuya primera edición data del 9 de Agosto de 1870, con una tirada
declarada de 6000 ejemplares.
Este periódico se mantuvo en circulación hasta 1872.
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Frecuenta círculos literarios y políticos de la capital
de Brasil, en particular aquellos impregnados de las
ideas liberales y abolicionistas con las que
abiertamente simpatizaba, y que eran frecuentadas
por jóvenes idealistas como Quintino Bocaiúva, Salvador
de Mendonça, Deodoro Da Fonseca, Campos Sales,
Rui Barboza, Arístides Lobo, Lafayette Coutinho
entre otros.
Traba amistad con los patriotas brasileños que bregan
por la implantación de la República, entre ellos con
Quintino Bocaiúva, defensor ardoroso de las ideas
republicanas; y con Salvador de Mendonça.
En 1870, durante el gobierno Imperial en Brasil, es
publicado el Manifiesto Republicano, cuya redacción se atribuye a Quintino Bocaiúva, que se transformó en el movimiento
precursor del derrocamiento de la monarquía en Brasil que finalmente ocurre años después, en 1889.
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En su Diario de Noticias del 7 de diciembre de 1870 se
recogió el Manifiesto Republicano en estos términos:
“Apareció ayer un nuevo periódico político con el
nombre de La República, órgano del Club Republicano
de cuya fundación ya hemos dado conocimiento a
nuestros lectores. Tanto el Manifiesto de los miembros
que integran el referido club como los artículos de
redacción son escritos en lenguaje elevado, que
en mucho abonan la pujanza intelectual de sus autores.
Nuestras felicitaciones al nuevo campeón político.
En el terreno de los principios nunca están de mas
las combatientes, y cuando ellos se agitan vivaces
en el seno de la sociedad se puede tener confianza
en el destino de los miembros que la componen.”
Agrega una cita en francés: “... Manifiesto del Club Republicano. Claridad, lógica, elevación de la ideas, moderación en el
lenguaje, todo esta reunido en este magnífico estudio, o el remedio esta indicado al lado del mal”.
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La calurosa ponderación del Manifiesto Republicano publicada
por Clímaco Dos Reis en su periódico, en el año 1870, en la
capital del Imperio de Brasil bajo el Emperador D. Pedro II,
es un acto en nada exento de coraje cívico.
La posición abolicionista contra la esclavitud, que Clímaco
Dos Reis abiertamente compartía y por la cual luchó
denodadamente, tuvo su primer resultado positivo con la
sanción de la primera ley abolicionista de Brasil.
La Ley de Vientre Libre, que fue promulgada el 28 de
septiembre de 1871 por el gabinete del Vizconde
de Río Branco. Esta ley dio la libertad a los hijos de
esclavos nacidos a partir de esa fecha, aunque los mismos
continuaban bajo la tutela de sus dueños hasta cumplir los 21 años de edad.
En la Hemeroteca Digital Brasileira [http://hemerotecadigital.bn.br/acervo-digital/diario-noticias/369357] se conservan todos
los ejemplares hasta el último número publicado el 22 de Junio de 1872.
En sus páginas efectuó frecuentes denuncias sobre el trato a los esclavos, manteniendo una firme posición anti esclavista,
continuando su prédica anterior desarrollada en las Islas Azores.
También efectuó denuncias sobre la trata de personas y la prostitución. Defiende a los esclavos, a los que dispensa un trato
tan respetuoso como a los hombres libres.
En 1873 editó el “diario Burlesco” y en 1874 “El Demócrito”.
Organiza una imprenta en Río de Janeiro, junto con su hermano José Assis Clímaco Dos Reis, que habría de quedar en posesión
de éste cuando se vio obligado a emigrar, optando por Buenos Aires.
Es importante destacar que su lucha contra la trata de personas, a pesar que implicaba al Ministro de Justicia de la Corte,
tuvo éxito ya que la conmoción que causó forzó a las autoridades a identificar y expulsar del país a los casi treinta “caficios”
que regenteaban la prostitución.
Esta lucha, sumada a la lucha contra la esclavitud, que aún no se había abolido en Brasil, lo forzó a dejar su segundo
hogar a fin de preservar su vida y mantener la libertad de expresión en la defensa de sus ideales.
Esta vez su nuevo destino fue nuestra querida patria, Argentina, que a la postre resultara su definitivo hogar.
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